Marx y Engels
Marx y Engels comprendieron desde un principio la necesidad de
que el proletariado tenga su propio Partido y el Manifiesto del Partido
Comunista es la declaración expresa de esa necesidad tal como se señala en su
Prólogo, este Manifiesto… consiste en “un detallado programa teórico y
práctico, destinado a la publicidad, que sirviese de programa del partido”
(Marx y Engels, Prólogo a la edición alemana del Manifiesto el PC, 1872).
Esta comprensión de la necesidad orgánica está presente en la
actividad práctica de Marx y Engels en la Liga de los Comunistas y en la
Asociación Internacional de los Trabajadores (conocida como la Primera
Internacional), un organismo que coordinaba el trabajo político de todos los
comunistas en distintos países de Europa, con secciones locales que tenían por
trabajo la propagación de la ideología comunista y el tratamiento de los
problemas concretos desde el punto de vista de la clase obrera. Los Estatutos
Generales de la Asociación Internacional sintetizaban así esta necesidad de organización
del proletariado: “en su lucha contra el poder unido de las clases poseedoras,
el proletariado no puede actuar como clase mas que constituyéndose él mismo en
partido político distinto y opuesto a todos los antiguos partidos políticos
creados por las clases poseedoras”, pero además planteaba que esta constitución
en Partido “es indispensable para asegurar el triunfo de la Revolución social”
(Estatutos Generales de la Asociación… 1871).
Los tergiversadores de Marx han dicho que éste no concibió la organización
partidaria como una organización de los más avanzados y circunscrito a los
rigores y necesidades que la lucha contra el Estado reaccionario le imponía,
que la concepción del Partido como vanguardia de la clase obrera es una
¡tergiversación leninista! que Marx concibió al Partido como una organización
abierta y de alianzas con organizaciones sindicales. Sin embargo, la realidad y
la práctica concreta hecha por Marx y Engels desmienten aquellas
tergiversaciones.
Marx en su momento
comprendió la necesidad del carácter conspirativo de la
Liga de los Comunistas contra el poder del capital; en la Circular del Comité
Central a la Liga (1850) él justifica plenamente los primeros años de actuación
en “reuniones secretas y en escritos clandestinos”, también comprende la
actuación de los militantes en la vanguardia en la lucha de clases cuando
celebra su participación en la primera línea de las luchas obreras, “en las
barricadas y campos de batalla”.
La concepción de Marx sobre el Partido es una concepción de su
tiempo, es decir, están presentes concepciones generales sobre la organización
pero también precisiones puntuales sobre el carácter de esta organización del
proletariado. Hay momentos en que ve la actuación del Partido de la clase como
la actuación general del proletariado y en otros momentos como la actuación de
los comunistas, sin embargo Marx lanza ya elementos claros sobre la necesidad
del carácter secreto de las organizaciones comunistas y la actuación
disciplinada de sus militantes.
Marx exigió una fuerte
cohesión orgánica al Partido para participar en la lucha de clases y no
“marchar a remolque de la burguesía” en vez de eso planteó que los trabajadores
deben establecer, a la par de organizaciones legales, secciones
secretas del Partido para actuar de manera independiente de la
influencia burguesa (Marx; Circular del Comité Central… 1850)
Todo este pensamiento está expuesto en el trabajo de la Liga de
los Comunistas a través de circulares y la publicación del Manifiesto del
Partido Comunista, así como en las resoluciones de la Asociación Internacional
de los Trabajadores sobre la acción política de la clase obrera que Marx y
Engels trabajaron arduamente.
Aparte de las
características del manejo político y orgánico, Marx y Engels colocaron los
fundamentos para el Partido de vanguardia. En el Manifiesto del
Partido Comunista definieron la acción de los comunistas dentro del
proletariado en general; “los comunistas son, pues, prácticamente, la parte más
decidida, el acicate siempre en tensión de todos los partidos obreros del
mundo”, esto define el carácter de vanguardia de la organización de los
comunistas, el papel de avanzada que destacaba Marx de los militantes de la
Liga y esto se debe a la concepción teórica que poseen los comunistas, Marx lo
dice claramente “teóricamente [los comunistas], llevan de ventaja a las grandes
masas del proletariado su clara visión de las condiciones, los derroteros y los
resultados a que ha de abocar el movimiento proletario” (Marx y Engels,
Manifiesto; 1840). Los
comunistas son para Marx el elemento consciente que tiene la clase obrera, del
proletariado en general como suele diferenciar, los comunistas son parte de esa
clase pero son su parte más avanzada, el proletariado por sí solo no obtiene
conciencia sino a través de su vanguardia, no se trata de un grupo de
“iluminados”, como muchas veces el adocenado pequeñoburgués replica a los
marxistas, Marx es explícito cuando dice que las posiciones teóricas de los
comunistas no descansan en principios forjados o descubiertos por ningún
redentor de la humanidad, sino que esta concepción es la “expresión
generalizada de las condiciones materiales de una lucha de clases real y
vívida, de un movimiento histórico que se está desarrollando a la vista de
todos”, pero a la vez también destaca que el objetivo inmediato de los
comunistas es “formar la conciencia de clase del proletariado”.
En todo este pensamiento está anclada la concepción de Lenin
sobre el Partido, en realidad Marx ha puesto los cimientos sobre los cuales se
levanta la teoría leninista del Partido.
Otro elemento fundamental
en la concepción de Marx respecto a la actuación de la clase obrera y su
partido es la independencia
ideológica. Marx siempre exigió esta independencia, especialmente cuando
el partido
de la clase obrera pierde cohesión al envolverse en las luchas
reivindicativas del movimiento democrático. La concepción de Marx exige siempre
al partido el no perder de vista el objetivo estratégico para el cual fue
creado, elevar al proletariado en general para entablar la lucha contra el
poder político de las clases dominantes, es decir, tener presente siempre la
lucha política por el poder y no perderse en la lucha reivindicativa, ligar la
lucha reivindicativa a la lucha por el poder político. En ciertos momentos Marx
señala expresamente el rechazo hacia alianzas con otros partidos u
organizaciones que puedan subordinar los objetivos del proletariado a la
burguesía.
Marx nos resulta muy esclarecedor justamente en estos momentos
cuando los pseudo marxistas bolivianos y el reformismo y oportunismo embarcado
en el proyecto de Evo Morales intentan presentar el pensamiento de Marx dentro
de esa mescolanza y contrasentido llamado “gobierno de los movimientos
sociales”. Marx jamás concibió el proyecto de una nueva sociedad sin la
dirección del proletariado, precisamente porque su visión de la nueva sociedad,
basada en el análisis científico social, es el proyecto del proletariado y su
dictadura. Marx tampoco puso al proletariado a remolque de las demás clases
(como sugiere la visión de un “gobierno de los movimientos sociales”), incluso
dentro del movimiento popular con la pequeña burguesía, Marx siempre exigió la
independencia política e ideológica y pugnar por la dirección, mucho menos
planteó la conciliación de clases con “sectores empresariales nacionales” como
suele hablar el gobierno de Evo Morales cuando hace gala de su concepción
“inclusiva” (que no es otra cosa que concepción liberal burguesa), menos aún
Marx dejó la acción política del proletariado al espontaneísmo como esperan
algunos “marxistas” ligados al “proceso de cambio” o los propios jerarcas del
régimen cuando permanentemente critican de “política” las acciones de los
sectores del movimiento popular, en realidad Marx siempre se preocupó por que
el proletariado y su Partido no pierdan de vista el objetivo supremo de la
conquista del poder político y para ello era preciso tener claro en primer
lugar que las luchas reivindicativas deben subordinarse al objetivo político de
la clase obrera.
Toda la batería de concepciones de los teóricos del régimen de
Evo Morales y de los archi revisionistas que lo sostienen está orientada a
ocultar la naturaleza de clase de su régimen y a mantener el nivel
desorganizado y espontáneo de las luchas del movimiento popular para poder
manipularlos corporativamente. La falta de conciencia en el carácter de la
lucha del movimiento popular, de la cual se quejan muchos masistas no es solo
responsabilidad del periodo neoliberal, sino también es debido a que el régimen
del MAS ha prologando, a partir de sus necesidades políticas, la práctica
oportunista y traficante de muchos dirigentes populares.
Retomando el pensamiento de Marx, las primigenias tareas
conspirativas y de vanguardia que le asigna al Partido no pueden caber en una
organización formada por alianzas sindicales y sociales abiertas porque tal
organización no podría cumplir el papel de acabar con la vieja sociedad
burguesa, el pensamiento de Marx está lejos de las pretensiones frentistas del
revisionismo armado y no armado y sumamente alejado de las concepciones
horizontalistas que la pequeña burguesía académica que pretende pasar por
marxista.
La concepción de Marx y Engels sobre los comunistas y su Partido
es que éstos, saliendo de las filas del proletariado o asumiendo la ideología
de éste, son su elemento más avanzado y consiente, el Partido del proletariado
y el proletariado en general no se diferencian cuando defienden los mismos
intereses generales, pero sí se diferencian en el sentido de que representan un
sector del proletariado y este sector es su elemento de vanguardia y tienen por
tarea elevar el nivel de conciencia de la clase obrera en general en su lucha
por el poder político.
Marx y Engels no circunscribieron la lucha por el poder político
a la participación electoral, de hecho el marxismo en su fundamento se opone al
método electoral como estrategia de toma del poder y Marx ha sido bastante
claro en ello en diferentes obras, en particular en el 18 Brumario. Esto se
aprecia incluso en el prólogo de Engels a la Lucha de clases en Francia, donde,
a pesar de señalar como correcta la participación del Partido Obrero
Socialdemócrata Alemán en las elecciones para las circunstancias que vivía la
clase obrera europea y en particular la francesa después de la derrota de la
Comuna de París, aclara que esto sirve sólo para pasar revista a las fuerzas
del proletariado y propagandizar el programa de la clase obrera, pero la
violencia revolucionaria tendrá que ponerse al día tarde o temprano.
En realidad otra de las tareas fundamentales concebidas por Marx
para el Partido del proletariado es la revolución que dispute el poder político
de la burguesía y eso se produce, según el pensamiento de los fundadores del
comunismo científico, a través de la violencia revolucionaria y no de otra manera.
Marx concebía que para asegurar la victoria del proletariado se debe proceder
al armamento general del pueblo, “el armamento de todo el proletariado con
fusiles, cañones y municiones” para “prevenir el resurgimiento de la vieja
milicia burguesa”. Estos fueron esbozos iniciales sobre el ejercicio de la
violencia y la dictadura planteados incluso antes de la experiencia de la
Comuna de París, y nos está mostrando que Marx no se hacía ilusiones con el
parlamentarismo burgués.
Trasladando el pensamiento político de Marx y Engels a nuestro
contexto (el del “proceso de cambio” calificado pomposa y demagógicamente de
“revolucionario”) sin duda éste continua siendo subversivo y peligroso.
El régimen de Morales, a pesar de la hipócrita verborrea de simpatizar con los
comunistas, los socialistas y declararse partidario de algo que no entiende (el
marxismo-leninismo), no duda en aplicar la violencia represiva al movimiento
popular y los sectores progresistas con la ostentación mediocre de sus
funcionarios encargados de ejecutarla.
El pensamiento de los fundadores del marxismo sobre el Partido
Comunista se va a sintetizar en la etapa de la revolución proletaria con Lenin
quien desarrolla la teoría del Partido y la aplica en la primera revolución
proletaria victoriosa del siglo XX.
Frente
Revolucionario del Pueblo de Bolivia
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