viernes, 9 de agosto de 2013

Sobre el Partido Comunista





Marx y Engels
Marx y Engels comprendieron desde un principio la necesidad de que el proletariado tenga su propio Partido y el Manifiesto del Partido Comunista es la declaración expresa de esa necesidad tal como se señala en su Prólogo, este Manifiesto… consiste en “un detallado programa teórico y práctico, destinado a la publicidad, que sirviese de programa del partido” (Marx y Engels, Prólogo a la edición alemana del Manifiesto el PC, 1872).
Esta comprensión de la necesidad orgánica está presente en la actividad práctica de Marx y Engels en la Liga de los Comunistas y en la Asociación Internacional de los Trabajadores (conocida como la Primera Internacional), un organismo que coordinaba el trabajo político de todos los comunistas en distintos países de Europa, con secciones locales que tenían por trabajo la propagación de la ideología comunista y el tratamiento de los problemas concretos desde el punto de vista de la clase obrera. Los Estatutos Generales de la Asociación Internacional sintetizaban así esta necesidad de organización del proletariado: “en su lucha contra el poder unido de las clases poseedoras, el proletariado no puede actuar como clase mas que constituyéndose él mismo en partido político distinto y opuesto a todos los antiguos partidos políticos creados por las clases poseedoras”, pero además planteaba que esta constitución en Partido “es indispensable para asegurar el triunfo de la Revolución social” (Estatutos Generales de la Asociación… 1871).
Los tergiversadores de Marx han dicho que éste no concibió la organización partidaria como una organización de los más avanzados y circunscrito a los rigores y necesidades que la lucha contra el Estado reaccionario le imponía, que la concepción del Partido como vanguardia de la clase obrera es una ¡tergiversación leninista! que Marx concibió al Partido como una organización abierta y de alianzas con organizaciones sindicales. Sin embargo, la realidad y la práctica concreta hecha por Marx y Engels desmienten aquellas tergiversaciones.
Marx en su momento comprendió la necesidad del carácter conspirativo de la Liga de los Comunistas contra el poder del capital; en la Circular del Comité Central a la Liga (1850) él justifica plenamente los primeros años de actuación en “reuniones secretas y en escritos clandestinos”, también comprende la actuación de los militantes en la vanguardia en la lucha de clases cuando celebra su participación en la primera línea de las luchas obreras, “en las barricadas y campos de batalla”.
La concepción de Marx sobre el Partido es una concepción de su tiempo, es decir, están presentes concepciones generales sobre la organización pero también precisiones puntuales sobre el carácter de esta organización del proletariado. Hay momentos en que ve la actuación del Partido de la clase como la actuación general del proletariado y en otros momentos como la actuación de los comunistas, sin embargo Marx lanza ya elementos claros sobre la necesidad del carácter secreto de las organizaciones comunistas y la actuación disciplinada de sus militantes.
Marx exigió una fuerte cohesión orgánica al Partido para participar en la lucha de clases y no “marchar a remolque de la burguesía” en vez de eso planteó que los trabajadores deben establecer, a la par de organizaciones legales, secciones secretas del Partido para actuar de manera independiente de la influencia burguesa (Marx; Circular del Comité Central… 1850)
Todo este pensamiento está expuesto en el trabajo de la Liga de los Comunistas a través de circulares y la publicación del Manifiesto del Partido Comunista, así como en las resoluciones de la Asociación Internacional de los Trabajadores sobre la acción política de la clase obrera que Marx y Engels trabajaron arduamente.
Aparte de las características del manejo político y orgánico, Marx y Engels colocaron los fundamentos para el Partido de vanguardia. En el Manifiesto del Partido Comunista definieron la acción de los comunistas dentro del proletariado en general; “los comunistas son, pues, prácticamente, la parte más decidida, el acicate siempre en tensión de todos los partidos obreros del mundo”, esto define el carácter de vanguardia de la organización de los comunistas, el papel de avanzada que destacaba Marx de los militantes de la Liga y esto se debe a la concepción teórica que poseen los comunistas, Marx lo dice claramente “teóricamente [los comunistas], llevan de ventaja a las grandes masas del proletariado su clara visión de las condiciones, los derroteros y los resultados a que ha de abocar el movimiento proletario” (Marx y Engels, Manifiesto; 1840). Los comunistas son para Marx el elemento consciente que tiene la clase obrera, del proletariado en general como suele diferenciar, los comunistas son parte de esa clase pero son su parte más avanzada, el proletariado por sí solo no obtiene conciencia sino a través de su vanguardia, no se trata de un grupo de “iluminados”, como muchas veces el adocenado pequeñoburgués replica a los marxistas, Marx es explícito cuando dice que las posiciones teóricas de los comunistas no descansan en principios forjados o descubiertos por ningún redentor de la humanidad, sino que esta concepción es la “expresión generalizada de las condiciones materiales de una lucha de clases real y vívida, de un movimiento histórico que se está desarrollando a la vista de todos”, pero a la vez también destaca que el objetivo inmediato de los comunistas es “formar la conciencia de clase del proletariado”.
En todo este pensamiento está anclada la concepción de Lenin sobre el Partido, en realidad Marx ha puesto los cimientos sobre los cuales se levanta la teoría leninista del Partido.
Otro elemento fundamental en la concepción de Marx respecto a la actuación de la clase obrera y su partido es la independencia ideológica. Marx siempre exigió esta independencia, especialmente cuando el partido de la clase obrera pierde cohesión al envolverse en las luchas reivindicativas del movimiento democrático. La concepción de Marx exige siempre al partido el no perder de vista el objetivo estratégico para el cual fue creado, elevar al proletariado en general para entablar la lucha contra el poder político de las clases dominantes, es decir, tener presente siempre la lucha política por el poder y no perderse en la lucha reivindicativa, ligar la lucha reivindicativa a la lucha por el poder político. En ciertos momentos Marx señala expresamente el rechazo hacia alianzas con otros partidos u organizaciones que puedan subordinar los objetivos del proletariado a la burguesía.
Marx nos resulta muy esclarecedor justamente en estos momentos cuando los pseudo marxistas bolivianos y el reformismo y oportunismo embarcado en el proyecto de Evo Morales intentan presentar el pensamiento de Marx dentro de esa mescolanza y contrasentido llamado “gobierno de los movimientos sociales”. Marx jamás concibió el proyecto de una nueva sociedad sin la dirección del proletariado, precisamente porque su visión de la nueva sociedad, basada en el análisis científico social, es el proyecto del proletariado y su dictadura. Marx tampoco puso al proletariado a remolque de las demás clases (como sugiere la visión de un “gobierno de los movimientos sociales”), incluso dentro del movimiento popular con la pequeña burguesía, Marx siempre exigió la independencia política e ideológica y pugnar por la dirección, mucho menos planteó la conciliación de clases con “sectores empresariales nacionales” como suele hablar el gobierno de Evo Morales cuando hace gala de su concepción “inclusiva” (que no es otra cosa que concepción liberal burguesa), menos aún Marx dejó la acción política del proletariado al espontaneísmo como esperan algunos “marxistas” ligados al “proceso de cambio” o los propios jerarcas del régimen cuando permanentemente critican de “política” las acciones de los sectores del movimiento popular, en realidad Marx siempre se preocupó por que el proletariado y su Partido no pierdan de vista el objetivo supremo de la conquista del poder político y para ello era preciso tener claro en primer lugar que las luchas reivindicativas deben subordinarse al objetivo político de la clase obrera.
Toda la batería de concepciones de los teóricos del régimen de Evo Morales y de los archi revisionistas que lo sostienen está orientada a ocultar la naturaleza de clase de su régimen y a mantener el nivel desorganizado y espontáneo de las luchas del movimiento popular para poder manipularlos corporativamente. La falta de conciencia en el carácter de la lucha del movimiento popular, de la cual se quejan muchos masistas no es solo responsabilidad del periodo neoliberal, sino también es debido a que el régimen del MAS ha prologando, a partir de sus necesidades políticas, la práctica oportunista y traficante de muchos dirigentes populares.
Retomando el pensamiento de Marx, las primigenias tareas conspirativas y de vanguardia que le asigna al Partido no pueden caber en una organización formada por alianzas sindicales y sociales abiertas porque tal organización no podría cumplir el papel de acabar con la vieja sociedad burguesa, el pensamiento de Marx está lejos de las pretensiones frentistas del revisionismo armado y no armado y sumamente alejado de las concepciones horizontalistas que la pequeña burguesía académica que pretende pasar por marxista.
La concepción de Marx y Engels sobre los comunistas y su Partido es que éstos, saliendo de las filas del proletariado o asumiendo la ideología de éste, son su elemento más avanzado y consiente, el Partido del proletariado y el proletariado en general no se diferencian cuando defienden los mismos intereses generales, pero sí se diferencian en el sentido de que representan un sector del proletariado y este sector es su elemento de vanguardia y tienen por tarea elevar el nivel de conciencia de la clase obrera en general en su lucha por el poder político.
Marx y Engels no circunscribieron la lucha por el poder político a la participación electoral, de hecho el marxismo en su fundamento se opone al método electoral como estrategia de toma del poder y Marx ha sido bastante claro en ello en diferentes obras, en particular en el 18 Brumario. Esto se aprecia incluso en el prólogo de Engels a la Lucha de clases en Francia, donde, a pesar de señalar como correcta la participación del Partido Obrero Socialdemócrata Alemán en las elecciones para las circunstancias que vivía la clase obrera europea y en particular la francesa después de la derrota de la Comuna de París, aclara que esto sirve sólo para pasar revista a las fuerzas del proletariado y propagandizar el programa de la clase obrera, pero la violencia revolucionaria tendrá que ponerse al día tarde o temprano.
En realidad otra de las tareas fundamentales concebidas por Marx para el Partido del proletariado es la revolución que dispute el poder político de la burguesía y eso se produce, según el pensamiento de los fundadores del comunismo científico, a través de la violencia revolucionaria y no de otra manera. Marx concebía que para asegurar la victoria del proletariado se debe proceder al armamento general del pueblo, “el armamento de todo el proletariado con fusiles, cañones y municiones” para “prevenir el resurgimiento de la vieja milicia burguesa”. Estos fueron esbozos iniciales sobre el ejercicio de la violencia y la dictadura planteados incluso antes de la experiencia de la Comuna de París, y nos está mostrando que Marx no se hacía ilusiones con el parlamentarismo burgués.
Trasladando el pensamiento político de Marx y Engels a nuestro contexto (el del “proceso de cambio” calificado pomposa y demagógicamente de “revolucionario”)  sin duda éste continua siendo subversivo y peligroso. El régimen de Morales, a pesar de la hipócrita verborrea de simpatizar con los comunistas, los socialistas y declararse partidario de algo que no entiende (el marxismo-leninismo), no duda en aplicar la violencia represiva al movimiento popular y los sectores progresistas con la ostentación mediocre de sus funcionarios encargados de ejecutarla.
El pensamiento de los fundadores del marxismo sobre el Partido Comunista se va a sintetizar en la etapa de la revolución proletaria con Lenin quien desarrolla la teoría del Partido y la aplica en la primera revolución proletaria victoriosa del siglo XX.

Frente Revolucionario del Pueblo de Bolivia


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